Para vivir en una sociedad ordenada y bien liderada, debe estar regida por leyes funcionales que estén basadas en el bien del hombre. Entonces cabe preguntarse, ¿Cuál es el bien del hombre? ¿él mismo sabe cuál es su bien? El hombre, como ser imperfecto que es, no tiene la sabiduría suficiente para crear leyes bajo un simple fin benefactor, porque este fin podría afectar a otros hombres o contra sí mismo. Por ejemplo las leyes, debido a esto, son muchas veces contradictorias: “El derecho a la vida” y “El derecho de libertad de decidir qué hacer con el propio cuerpo”.
Somos libres de elegir aceptar las leyes que rigen en nuestra la sociedad pero es necesario diferenciar e identificar las leyes y/o normas que van contra la verdad, la moral y el verdadero bienestar del hombre y ser fiel a ellas.
Recientemente en un hospital de Estados Unidos, New Jersey. En consecuencia de la iniciativa y fuerte voluntad de doce enfermeras respecto a sus convicciones personales acerca del aborto, el derecho de objeción de conciencia pudo tomar un fuerte lugar y ellas pueden negarse a participar a las practicas abortivas del hospital. Anteriormente las amenazaron con despedirlas sino participaban en los abortos que en este hospital se practican, siendo esto una discriminación laboral. El abogado Matt Bowman de la Alliance Defense Fund opina que es “chocante” que la University of Medicine and Dentistry en New Jersey "quiera seguir presionando para seguir violando las leyes que claramente protegen el derecho a la objeción de conciencia".
El rechazo del cumplimiento de ciertas normas, como lo es para las enfermeras “ayudar” en la intervención del aborto, por ser contrarias a sus creencias éticas o religiosas; fue amparado por su propio derecho de la objeción de conciencia. Pero, ¿qué pasaría si las leyes no son suficientes para amparar las creencias justas de las personas?
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