Rebeca es enfermera en el departamento de maternidad de un gran hospital del Estado, donde nacen casi 5000 niños cada año. En ese departamento se practican cada semana 20 abortos. Prestan servicio en la maternidad varios equipos médicos: unos (la mayoría) constituidos enteramente por médicos y enfermeras que son "objetores de conciencia" (pueden legalmente negarse a practicar abortos), y otros en los que hay médicos y enfermeras no objetores.
Rebeca presentó la declaración de objetor de conciencia cuando comenzó a trabajar en el hospital. Recientemente ha comenzado a asistir a unas clases de formación cristiana y a tener dirección espiritual con don Ludovico. A raíz de esto se ha planteado la posibilidad de pedir el traslado a otro hospital donde no se practiquen abortos, pero no ha podido.
Un día, en el que Rebeca se encuentra de guardia en el hospital, junto con un reducido número de personal médico, la llaman urgentemente al quirófano con el anestesista de su grupo, también objetor, que es el único que se halla presente en ese momento en el hospital. En el quirófano se está llevando a cabo un aborto, que se encuentra ya en situación irreversible, pero se han producido graves hemorragias que ponen en peligro la vida de la madre, y el médico ha decidido concluirlo rápidamente con una intervención que requiere anestesia general.
Rebeca no podía pedir que la sustituya otra enfermera, porque no había ninguna más. Una vez estando allí, al conocer la situación, le parece claro que el feto ya ha muerto, aunque aún se encuentra en el seno materno. Entonces acepta ayudar al anestesista. Concluida la intervención, le dice al médico que protestará a la dirección del hospital por haberla forzado a colaborar, a lo que él responde con indiferencia y con burlas.
Al salir del hospital, muy agitada, va a hablar con don Ludovico. Éste le dice que en ese caso concreto sólo ha ayudado a salvar la vida de la madre, que era lo único que se podía hacer. Totalmente diversa habría sido la situación si el feto hubiera estado vivo. Rebeca comenta que este último caso se le ha presentado alguna vez a otras enfermeras, también objetores de conciencia como ella, porque los médicos que practican abortos lo hacen aunque no dispongan de todo el personal necesario para afrontar una urgencia, y cuando se produce (lo cual ocurre raramente) llaman a quien se encuentre en el hospital.
Don Ludovico le plantea entonces la necesidad de ir a fondo en el planteamiento de su actividad profesional, de cara a Dios. Si continúa en ese hospital, una parte del bien que debe realizar, además del que ya hace, consiste en tomar las iniciativas convenientes para salvar vidas humanas combatiendo el aborto, y promover activamente entre sus colegas el respeto a la vida. Una de estas iniciativas (no la única, ni la principal), sería la de recurrir a la dirección del hospital y, si fuera necesario, a los tribunales, para que se respete la ley sobre la objeción de conciencia.
JUICIO DE VALOR:
La objeción de conciencia es el rechazo al cumplimiento de determinadas normas jurídicas por considerarse éstas contrarias a las creencias éticas o religiosas de una persona.
Este ejemplo puesto anterior mente en mi opinión es un caso verídico que ocurre en varios países y que apoya mi punto de vista que es el de respetar la vida de las personas; los doctores como personas profesionales que son, no deberían de apoyar o mas bien hacerles caso a aquellas mujeres que desean realizar el aborto, mas bien deberían aconsejarlas y decirles que es lo correcto, por que mas que nada afecta demasiado a la salud y para eso están ellos, ese es su valor, cuidar la salud de las personas, no destruirlas, y también no dejar que maten a un ser humano que sea cual sea la razón por la cual estén teniendo a ese niño es hijo de Dios que viene a la tierra.
Las mujeres y los doctores deben de tener una objeción de conciencia, y ser un ejemplo para las demás personas que siguen cometiendo este error, para que de una vez por todas este tipo de cosas cambien.
* http://es.wikipedia.org/wiki/Objeci%C3%B3n_de_conciencia
* http://www.fluvium.org/textos/vida/vim11.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario