Este problema es realmente grave porque terminamos sometiendonos a nuestros impulsos y deseos, y caemos en una esclavitud que pocas veces evidenciamos. No somos nosotros mismos, perdemos nuestra identidad, pues acabamos siendo nuestros impulsos y sentimientos, y no podemos caer en tal reduccionismo.
No debemos permitir que este monstruo invada nuestras vidas, tenemos que meternos en nosotros mismos y ahondar en quién realmente somos y en lo que realmente me beneficia a cultivar mi verdad identidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario